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Siglo de la "luz", el Iluminismo en su máximo apogeo

 

 

El movimiento masónico expresó firmemente: “Se dice, y es cierto, que estamos en un siglo de luz y no ya de fe.”

 

El iluminismo va dirigido a ir contra la fe del creyente, va contra Dios mismo, su fin es crear a un dios a su imagen y semejanza. Sí creen en falsos dioses tales como la diosa razón, la diosa naturaleza, el dios luz (Lucifer o Gran Arquitecto del Universo) y el dios hombre. Esa es la filosofía del iluminado.

 

Se expresaron contra la Iglesia llamando a los Católicos como “católicos infantiles” de la vieja guardia, refiriéndose a la Iglesia. Incluso llamaron al sacerdocio como “los eclesiásticos de papá”, refiriéndose con este último de forma despectiva a Dios. Para luego referirse a la nueva religión donde dicen que los cristianos asistirán al “milagro zodiacal, dominicano y mundialista”. Con esto se refieren a la “instauración del paganismo que sustituirá las actividades del orden religioso a nivel mundial.” Y para lograr esto llevarán a cabo un sólido plan de preparación, bajo la presión de acontecimientos previstos e imprevisibles. En otras palabras, se organizarán y llevarán a cabo acontecimientos que vayan dirigiendo al mundo de forma definitiva al Novus Ordo Seclorum.

 

La libertad de pensamiento que pregonan va dirigida a que la humanidad sienta el derecho de rechazar a la Iglesia del Cristianismo y realizarán ese criterio bajo el término “La Igualdad de la Religiones.” Pues ellos establecen que todas las religiones llevan a lo mismo aunque ninguna salva. Mientras que ellos se atribuyen ser los gloriosos salvadores del espectáculo creado por ellos mismos.

 

Esta libertad de las religiones tiene varios objetivos importantes para el iluminismo masónico:

 

1. Reducir a la nada el magisterio pontificio.

 

2. Arruinar los dogmas y principios del cristianismo católico.

 

3. Levantar sobre las ruinas de la Iglesia destruida, la unión de todas las religiones, que es una expresión ecuménica de la autoridad masónica. Por eso tienen en su altar siete biblias de diferentes religiones para iniciar a los candidatos de las logias masónicas.

 

Dicha unión de las religiones apunta al imperialismo latino que busca la dominación de los Estados y de las Iglesias anglosajonas. En Inglaterra, y el mundo, se trata de una gran operación político-religiosa que refleja la gran ambición de las Grandes Logias de Europa y las del resto del mundo.

 

Dicho movimiento ha creado el juego del ecumenismo contra la Iglesia Católica que suele afectar más al clero que a los mismos fieles.

 

Tratan de justificar la presencia de la biblia, el Corán y otros libros para despertar en el iniciado el sentimiento para que le dé un valor sagrado a su juramento de obediencia. Esto con el fin de reconocer que la Obediencia masónica va por encima de las religiones. Detrás de su aparente libertad e igualdad se esconde un rostro de dictadura.

 

En El Ecumenismo, escrito por Marsaudon, dice: “Católicos, protestantes, ortodoxos, israelitas, musulmanes, hinduistas, budistas, librepensadores y libre creyentes no son entre nosotros más que nombres de pila: el apellido es Masones.” Es claro y evidente que su sistema es uno que va con todas las fuerzas de erradicar todo tipo de creencias en el mundo pero comenzando con la que poseen mayor odio, el Catolicismo Apostólico y Romano.

 

Un ejemplo vivo del intento de la orden masónica en crear un sistema que va contra el cristianismo es la Leyenda de Hiram. Esta inculca en los iniciados el ideal anticristiano.

 

Solo basta con saber de qué trata y su explicación ofrecida. La leyenda dice que el rey de Tiro, Hiram, envió a Salomón, mientras se construía el templo de Jerusalén, un arquitecto de gran reputación llamado Hiram Abiff. Por su propia cuenta, Salomón mandó a buscar a otro arquitecto de nombre Hiram, hijo de una viuda de la tribu de Nephtali. Tres compañeros albañiles se unieron para crear una conspiración contra Hiram Abiff para apoderarse de los secretos de su arte. Hiram Abiff, fue muerto después de que cada albañil le arremetiera un golpe cada uno para que este revelara sus secretos, pero ante la resistencia fue asesinado. Después del crimen, el hijo de la viuda, Hiram, heredó el cargo del albañil asesinado.

 

La explicación de estos símbolos en la historia que se cuenta, se va dando poco a poco. Por lo que respecta, el objetivo de la masonería es la reconstrucción del templo de Salomón. Este templo representa todo el universo y el mundo que quieren reconstruir de acuerdo a sus principios paganos. Aquí se inculca en el iniciado el odio contra los asesinos de Hiram Abiff, que representan todo aquello que impide que se establezca la instauración del Nuevo Orden. Dichos asesinos, también llamados profanos, representan la superstición, el uso de la fuerza y los prejuicios, de acuerdo a como se lo cuentan en los grados más bajos. Ahora, el verdadero significado es para los altos grados donde el significado es el siguiente: “Hiram Abiff es el último Gran Maestre de la sociedad de los Templarios, Jacobo de Molay. Y los tres asesinos de Molay son: la religión, la autoridad y la realeza.”

 

En un periódico llamado Leipzig un masón de nombre Karl von Gagern escribió: “Estoy firmemente convencido de que llegará, y debe llegar, un tiempo en que el ateísmo será la opinión de la humanidad.” También en dicho periódico escribió un pastor de nombre Zille lo siguiente: “Sólo los imbéciles, los ignorantes y los pobres de espíritu hablan de Dios y sueñan con la inmortalidad.”

 

- Para 1871 se promulgó la primera proclama de la Commune incitada por la masonería, que duró 70 días. Esta decía: “Somos ateos, porque el hombre no será nunca libre mientras no haya expulsado a Dios de su inteligencia y de su razón… Que la Commune libre de Dios para siempre a la humanidad… En la Commune no hay lugar para el sacerdote. Toda manifestación, toda organización religiosa debe proscribirse…”

 

Se condenó a muerte a los rehenes que fueran principalmente del clero. Primero fue el Arzobispo de París, Monseñor Darboy. Y luego fueron ejecutados los sacerdotes de mayor importancia: Seignenet, Reynaud, Miquel, Olmer, Oliver y otros muchos. Se arrancaron las cruces, se cerraron las iglesias y se permitió que las escalaran y las robaran.

 

- 19 de agosto de 1880. Se reúne una “Unión democrática anti clerical” que fue fundada por tres masones de alta prominencia. Un masón llamado Lanessan dijo en una reunión: “Sí; debemos aplastar al infame, pero el infame no es el clericalismo, el infame es Dios.”

 

 

 

 

 

 

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